Consejos para mantener tus neumáticos en buen estado:

 

Algo tan básico como la revisión de nuestros neumáticos es un hábito que, principalmente con anterioridad a un viaje largo, deberíamos realizar con frecuencia. Sin embargo, solemos dedicar nuestro tiempo a preparar todo tipo de detalles que nos permitan disfrutar de nuestras vacaciones y no reparamos en lo fundamental: nuestra seguridad.

En 2010, se realizó un estudio tomando un total de 2.181 vehículos. Se observó que el 34% de los mismos presentaban una profundidad en el dibujo de los neumáticos incorrecta, así como que el 49% de los vehículos circulaba con una presión incorrecta.

Para este tiempo en el que nos encontramos, un periodo de viajes y de pasar largas horas con la compañía de nuestro vehículo, te comentamos aquellos aspectos que tienes que tener en cuenta a la hora de revisar tus neumáticos:

 

Comprobar la presión

La presión incorrecta de las ruedas de tu vehículo, así como el exceso de peso, algo habitual en los viajes vacacionales, alteran de forma importante las reacciones del auto ante una curva o una frenada de emergencia, aumentando el tiempo de maniobra.

Por este motivo, es aconsejable comprobar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes, sobre todo cuando haya cambios de temperatura. Para ello, debes seguir las indicaciones del fabricante de tu vehículo, que se suelen encontrar en el interior de la puerta de acceso al tanque de gasolina, en la puerta del conductor, en el manual del vehículo o, a veces, en el compartimento del motor.

Un aspecto muy importante a tener en cuenta: el neumático siempre debe revisarse cuando está frío. Esto significa que no deberás haber recorrido más de 3 a 5 kilómetros en las dos horas antes de medir la presión.
No obstante, si has excedido esta distancia y tienes que tomar la presión con los neumáticos aún calientes, deberías añadir 0.3 bares a la presión indicada (1 bar = alrededor de 1kg/cm2). Ten en cuenta que, en caliente, nunca debes reducir la presión por debajo de la recomendada.

De todos modos, te recomendamos que en este caso vuelvas a controlar la presión cuando los neumáticos estén fríos.

 

La banda de rodadura

Los desgastes irregulares y excesivos, así como las deformaciones, pueden originar peligrosos pinchazos y reventones.

Para evitarlo, observa que no haya roturas o deformaciones, así como objetos clavados o “bordillazos”, ya que es importante para evitar averías en con los neumáticos.

También debes vigilar que no haya desgastes irregulares, de forma escalonada o en una parte más que en otra. En ese caso, es aconsejable llevar el vehículo al taller para prevenir una alineación indebida del vehículo.

 

Ruedas desgastadas

Conducir con neumáticos desgastados supone aumentar el riesgo en curvas y en frenadas, puesto que estos pierden sus propiedades de agarre. Por ello, es recomendable vigilar este aspecto y, en caso de claro desgaste, cambiar las ruedas.